Consejos informales para elegir un abogado, (y tratarlo) sin morir en el intento.

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Consejos informales para elegir un abogado, (y tratarlo) sin morir en el intento.

La elección de cualquier profesional de confianza siempre es compleja y requiere de tiempo e información hasta encontrar aquel en el que depositar nuestras pretensiones y, también, en quien confiar nuestras esperanzas, miedos o frustraciones.

Para predicar con el ejemplo no hablaremos de lo que no sabemos y nos centraremos solo en la elección de abogado.

Para empezar, lo primero que nos viene a la cabeza es que, algunas personas afirman que no les gustan los abogados, están en su derecho, faltaría más, aunque por supuesto, esto es así hasta que los necesitan, !cómo no¡

Lo segundo, cuando alguien se arma de valor y se entrevista con un abogado es conveniente aceptar, por ambas partes, que cada historia tiene tres puntos de vista: tu realidad, mi realidad y la verdadera realidad. A mayor sinceridad, mayor capacidad de acertar en el diagnóstico y en la elección del camino a seguir.

En tercer lugar, contrata a los mejores y déjales hacer lo que saben, si no, busca a los más baratos y probablemente te asegurarás de que hagan lo que tú dices, pero ¿Tú sabes lo que hay que hacer?

Cuarto, si te parece caro un experto, no sabes lo que cuesta un incompetente. Ni te lo imaginas hasta que lo sufres.

Quinto, debes saber que lo peor que hacen los malos abogados es obligar a desconfiar de los buenos.

Sexto, un buen abogado defiende a su cliente, incluso, del mismo cliente, en muchas ocasiones su peor enemigo, aunque suponga más de un encontronazo. Va con el cargo.

Séptimo, un buen abogado consigue gestionar con éxito el lado más oscuro del cliente y solucionar sus problemas de forma pacífica.

Octavo, cuando se trata con un buen abogado se nota la diferencia y si no la notas, elige uno malo y aprenderás a distinguirlos.

Noveno, un buen abogado hace juicios, no milagros.

Décimo, antes de decirle a un buen abogado que conoces abogados que lo hacen más barato, reflexiona si estos ofrecen lo mismo y piensa que con toda probabilidad también el abogado tenga clientes que pagan más y no por ello dejará de defenderte como te mereces.

Julio Sánchez.-Abogados