Juicio contra FGV por el accidente de la Línea 1 de Metrovalencia

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Juicio contra FGV por el accidente de la Línea 1 de Metrovalencia

Tras más de doce años de instrucción, más de 10.000 folios de procedimiento, tres archivos por parte de la Juez Instructora, otras tantas reaperturas de procedimiento, y un sinfín de obstáculos, por fin, vamos a conseguir sentar en el banquillo a los responsables de la pésima gestión de la seguridad en Metrovalencia que, desgraciadamente, supuso el accidente del metro de la Línea 1 el 3 de julio de 2006 y que se saldó con 43 fallecidos y 47 heridos.

En nuestra acusación concluimos que FGV no desarrolló ninguna acción preventiva, ni implementó controles eficientes dirigidos a la minimización de los posibles riesgos.
No tenía establecida ninguna acción preventiva orientada a evitar las distracciones o imprudencias
Los maquinistas de FGV nunca recibieron formación preventiva en materia de seguridad en la conducción de los trenes.
La FGV, y su departamento de Análisis y Auditoría de Seguridad de la Explotación, creado el 30 de noviembre de 2005, carecía de un sistema eficiente de gestión de la seguridad.
Carecía por completo de un método de identificación, análisis y evaluación de los distintos tipos de riesgo a los que se enfrentaba en el desarrollo de su actividad incumpliendo la más mínima exigencia que, en evitación del riesgo, les correspondía como garantes de la seguridad de viajeros y trabajadores, máxime atendiendo a que la circulación ferroviaria se trata de una sistema de circulación guiado, tanto lateral, como longitudinalmente en el que, las distancias de frenado son excesivamente largas para depender únicamente de la pericia del maquinista.
La FGV como responsable de la seguridad de los viajeros era la única responsable de definir un eficiente sistema de análisis de riesgos basado en una idónea identificación de los peligros de su actividad.
Era la única responsable de efectuar un adecuado cálculo de estos riesgos y tras una adecuada ponderación fijar el nivel de tolerabilidad del riesgo que, en el caso del transporte de viajeros por ferrocarril debe ser mínimo
No tenía determinados los niveles de riesgo asumibles, ni las medidas previstas para minimizar los mismos, ni, en consecuencia, los sistemas de información, monitorización, verificación y control interno idóneos para gestionar una actividad de alta responsabilidad como es el transporte de viajeros por ferrocarril.
Tampoco habían establecido un sistema eficiente que permitiese asegurar que, el control de un convoy, no recaía finalmente en la actuación del conductor.
Pese a dejar en manos del maquinista la responsabilidad final de que, el riesgo pudiera o no acontecer, los acusados no efectuaron estudio alguno que identificase el fallo humano como un peligro para el sistema de seguridad, ni efectuaron estimación alguna de la hipotética contribución del elemento humano al fallo del sistema, ni tampoco llevaron a cabo una evaluación que determinase el rango del mismo, y como consecuencia, nunca llevaron a cabo la implementación de medidas de control en evitación del daño que pudiera ocasionarse a los viajeros, para el caso de que el error humano se diese, pese a que estaban en juego tres factores evidentes de alto riesgo, velocidad, curva excesivamente pronunciada y dependencia del factor humano.

En definitiva, no se diseñó el sistema de seguridad para que cumpliese su objetivo inmediato, que no debía ser otro que minimizar los riesgos, previsibles y evitables con la tecnología y conocimientos de los que disponían los acusados, de que, un error humano cometido por el maquinista, pusiese en peligro la vida y la integridad de los pasajeros, como así efectivamente sucedió.

A todo ello hay que unir que desde la propia gerencia de la FGV lo único que se transmitía a los trabajadores era la presión por cumplir con el horario establecido en detrimento de la seguridad llegando incluso a fomentar y permitir divergencias entre la velocidad establecida reglamentariamente y la realmente consentida haciendo dejación absoluta de sus obligaciones de control generando un sistema tolerante e incentivador del incumplimiento.

Señalamos como responsables a la gerente de FGV, al Director del Departamento de Análisis y Auditoría de Seguridad en la Explotación, al Jefe de Estudios y Proyectos, al Director Adjunto de Explotación, al Director de Operaciones, al Director Técnico y al Jefe de la Línea 1 y solicitamos para todos ellos la pena de Cuatro años de prisión por imprudencia profesional.

Julio Sánchez Abogado

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