Nuevas tecnologías y los riesgos de la implantación de la tecnología 5G

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Nuevas tecnologías y los riesgos de la implantación de la tecnología 5G

Diariamente se producen cambios tecnológicos que influyen en nuestra forma de vida.
En aras del progreso nos vamos adaptando a esos cambios, con la creencia, acertada o no, de que no hacerlo supondría quedarnos desfasados respecto a avances que supuestamente conllevan mejoras, sin embargo ese avance tan acelerado hace que a veces se adopten decisiones que pueden comportar consecuencias muy graves, especialmente para la salud pública o el desarrollo sostenible.

En este sentido es necesario realizar una reflexión en torno a, si la instalación de antenas para la implantación de la tecnología 5G, que ya se están realizando en algunas ciudades españolas, se lleva a cabo con todas las garantías para la salud garantizando también el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.

Estudios médicos y científicos

Hemos de reconocer la existencia de estudios médicos y científicos en medicina ambiental y estudios epidemiológicos que coinciden en que el 90% de las enfermedades y trastornos observados en personas que residen cerca de fuentes de irradiación obedecen a la contaminación química y electromagnética que generan estas antenas, y que las ondas que trasmiten son 100 veces superiores a la tecnología 4G, repercutiendo en cánceres, ictus, infartos, fibromialgias, migrañas, hemorragias y enfermedades neurodegenerativas, por otra parte, también podremos encontrar otros estudios científicos que niegan estas afirmaciones o como mínimo niegan la existencia de evidencias en tal sentido.

No debemos olvidar que, en el trasfondo de esta cuestión, siempre existen intereses económicos que enturbian el conocimiento real de la incorporación de esta tecnología a la vida cotidiana, pero también debemos partir de una idea inequívoca, y no es otra que, quién pretenda establecer estas infraestructuras es el obligado a demostrar, sin genero de dudas, que no perjudican a la salud y el medio ambiente.

Informe del Defensor del Pueblo

Lo que sí sabemos es que en España el informe del Defensor del Pueblo, apoyado en las propias recomendaciones del Consejo de Sanidad de la Unión Europea (1999/519/CE y 1815/211 sobre los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos sobre el medio ambiente que establecen entre otras cosas el mantenimiento de estas instalaciones de antena a una distancia segura de las viviendas) propone que se sometan los planes y proyectos en materia de telecomunicaciones a evaluación ambiental estratégica y evaluación de impacto ambiental de conformidad con lo establecido en la Ley Ambiental, incluida cualquier acción expansiva de la red de antenas para descartar o confirmar, y en su caso actuar, en defensa de la salud de la personas frente a las ondas electromagnéticas que irradian las citadas antenas con el fin de garantizar la salud de los ciudadanos y proteger la fauna y el medio ambiente.

En nuestro entorno existen países avanzados como Suiza, y que estrenó la cobertura hace un año, que ha paralizado los avances en esta tecnología estableciendo una moratoria indefinida en el uso de esta red debido a las preocupaciones que han surgido sobre los posibles efectos adversos sobre la salud. También otros países como Bélgica, Polonia, Eslovenia, han paralizado la instalación de esta nueva tecnología 5G, por razones de salud.

Las administraciones deben velar por proteger los intereses de sus ciudadanos y como tal deben supervisar, aprobar, y en su caso rechazar, el desarrollo de todo proyecto, en especial proyectos en materia de telecomunicaciones, en función de que estos supongan una verdadera mejora para la población, siempre desde el principio de precaución y no contraviniendo las normativas vigentes, y protegiendo el derecho a la salud que es un derecho fundamental establecido en nuestra Constitución Española.

Implantación de la tecnología 5G, impacto medioambiental

En el caso de la implantación de la tecnología 5G, a través de la instalación de antenas, se debe traducir en el estudio de su impacto medioambiental para determinar cómo afecta a las personas, animales, y al ecosistema, pero además, hasta tanto en cuanto no se desarrolle por el gobierno central un Reglamento sobre dichas instalaciones electromagnéticas en el desarrollo de la tecnología 5G que garantice la salud de los ciudadanos, así como se proteja el medio ambiente debería paralizarse su implantación al amparo del principio de precaución y sobre la base de que el interesado en su instalación debe cargar con la prueba de demostrar su inocuidad.

Desde Julio Sánchez.- Abogados contribuimos a que el derecho a la salud y el medio ambiente esté garantizado.

María Lillo GarcíaJulio Sánchez